Mientras trabajaban en el interior de la iglesia San Francisco (calle Buenos Aires al 200), restauradores de arte a cuyo frente se encuentra Alicia Beltramino descubrieron valiosos frescos del pintor Félix Revol y Perier. Se trata de un trascendente hallazgo artístico para la ciudad de Córdoba, ya que las pinturas –que llevan su firma– tienen gran valor patrimonial, estético e histórico, según Beltramino.
Quién era. Félix Revol y Perier era un pintor de vocación. Pero su verdadera profesión era la de ingeniero, título que obtuvo en la Escuela Politécnica de París. Nació en 1821 en Lyon (Francia).
Revol y Perier arribó a Argentina en 1843 ó 1844, en misión oficial, tras lo cual se radicó en la ciudad de Córdoba. Algunos dicen que llegó unos años antes, pero que retornó a Francia y después sí se afincó en Córdoba. Sus descendientes aseguran que “es el primer Revol” que residió en Argentina.
Como ingeniero, Revol y Perier hizo un trabajo que le otorgó reconocimiento: la canalización del río Primero (hoy Suquía) o, más exactamente, el abroquelamiento de la banda derecha del cauce para evitar inundaciones en la Capital.
También replanteó y delineó el trazado de la Banda Norte de la ciudad de Río Cuarto. Por ese trabajo, el Gobierno le adjudicó ocho manzanas.
Su profundo amor por la pintura lo llevó a desarrollar gran cantidad de obras pictóricas en distintos puntos de la geografía nacional
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